Metodología Waterfall
La metodología Waterfall, también conocida como cascada, es un enfoque secuencial y lineal para el desarrollo de proyectos. En este modelo, cada fase del proyecto se lleva a cabo en un orden predefinido, y el progreso avanza de una etapa a otra de manera secuencial. Las principales características de la metodología Waterfall son:
Estructura Faseada
El proyecto se divide en fases bien definidas, como análisis de requisitos, diseño, desarrollo, pruebas y despliegue. Cada fase debe completarse antes de pasar a la siguiente.
Planificación Detallada
Se realiza una planificación exhaustiva al inicio del proyecto, definiendo los requisitos, entregables y cronograma para cada fase.
Entregables Finales
Los resultados de cada fase se entregan en forma de documentos o artefactos antes de avanzar a la siguiente etapa.
Poco Flexibilidad
Los cambios en los requisitos pueden ser costosos y difíciles de implementar, ya que cualquier cambio significativo en una etapa temprana puede afectar todo el proyecto.
La metodología Waterfall es adecuada para proyectos con requisitos bien definidos y estables, donde los cambios son poco probables o se pueden manejar de manera limitada. Sin embargo, puede resultar menos flexible para proyectos que requieren adaptarse a cambios frecuentes en los requisitos o al feedback del cliente.
Metodología Agile
La metodología Agile es un enfoque iterativo e incremental que se centra en la colaboración, adaptación y entrega continua de valor. En lugar de dividir el proyecto en fases rígidas, Agile se basa en ciclos de desarrollo cortos, llamados "iteraciones" o "sprints", que permiten obtener retroalimentación constante y responder rápidamente a los cambios. Las principales características de la metodología Agile son:
Desarrollo Iterativo
El proyecto se divide en iteraciones cortas, generalmente de 1 a 4 semanas, donde se desarrollan, prueban y entregan nuevas funcionalidades.
Feedback Continuo
Los clientes y usuarios brindan retroalimentación después de cada iteración, lo que permite realizar ajustes y mejoras a lo largo del proyecto.
Flexibilidad
Agile es altamente adaptable a los cambios, lo que lo convierte en una opción ideal para proyectos donde los requisitos pueden cambiar o evolucionar con el tiempo.
Colaboración Activa
Los equipos trabajan de manera colaborativa y autoorganizada, lo que promueve la comunicación y la toma de decisiones conjuntas.